Para empezar, os adelanto que el de la foto no soy yo.
Pero bien podría ser algún tatarabuelo mío… why not?
Hay muchas cosas que no es que me cueste entender, si no que directamente, soy incapaz de hacerlo.
Por ejemplo, no entiendo a quién le gusta la piña en la pizza o la fruta en las tartas. Tampoco soy capaz de entender el odio hacia el diferente a mi, ya sea por su condición sexual, sus creencias religiosas o su lugar de procedencia, así como sus facciones, color de piel o talla. Podrás intentar argumentarme tu racismo de 100 formas diferentes, que nunca coincidiré contigo. Compadecerme de ti sí, desde luego, porque debe ser realmente triste vivir con ese miedo, odio o desapego hacia el que simplemente, nació con unas facciones diferentes a las tuyas.
Y bueno… si estás leyendo esto, seguramente seas ibérica/o, de modo que… siento comunicarte que en tu interior, llevas la mezcla de decenas de religiones, colores de piel y lenguas diferentes. Vamos, que no eres un pastor alemán, si no más bien un “chucho/a”, de los que nadie adopta, de los despeluchados (Siempre fueron los mejores para mi). Lo siento, es lo que hay.
En fin, no os voy a poner una foto mía, pero imaginadme: Soy muy moreno de piel (Mucho), no muy alto (173cm), ojos negretes, nariz fina y puntiaguda y cabello negro, grueso y ondulado. Nacido en Elche, de padre y abuelos paternos malagueños y madre y abuelos maternos murcianos. ¿Mi origen? Según mis amigos, estaba claro… Marruecos, Argelia, Congo, Irak,… Vamos, que había que descubrirlo, así que estas pasadas navidades, decidí autorregalarme un test de ADN que me acercase un poco más a quién soy y de dónde vengo.
¿El resultado? Este:
Como podéis ver, soy bastante ibérico, como le gustaría al tito Abascal, pero con varias sorpresas que no me esperaba. La primera, ese casi 20% de Sardo, osea, cerdeño. La segunda, que tenga más del norte de Europa que de Medio Oriente, casi el doble de hecho. ¿Quizás de ahí mi nariz respingona? ¿O mi apatía social? No lo sé…
Este test en concreto, retrocede hasta 400 años atrás y teje una red de coincidencias genéticas a lo largo y ancho del globo, por lo que también está siendo realmente chévere encontrar coincidencias genéticas en puntos tan alejados como Australia, Estados Unidos o países diversos de Sudamérica.
Desde el test, como os podréis imaginar, dedico mi vida a buscar mis enlaces con el pueblo sardo :)
Aaaaayy Javier Ortega Smith, si te hicieses tú un test de estos…
Y ya está.. por darle un giro dramático a este post, os diré que hoy iba a escribir acerca de la santísima inmundicia que está haciendo Israel en Palestina, del asco que damos como sociedad occidental, viendo masacrar a un pueblo inocente en tiempo real desde las comodidades de nuestro sofá, sabiendo que quizás algún tatarabuelo nuestro venga de allí, que nuestras raíces son musulmanas, que gracias a esa cultura somos quienes somos, que podemos querer enterrar vivo a todo indepe catalán y organizar todo tipo de boicots a sus productos si quieren votar dejar de ser españoles, pero no movemos un mísero dedo por castigar a un país que está aniquilando a un pueblo entero por pensar y creer de forma diferente a ellos.
Yo me he hecho el test y resulta que casi una cuarta parte de mi, es sarda. ¿Te imaginas hacértelo tú y descubrir que parte de tus raíces (Como también lo han sido las mías), provienen de ese pueblo que está siendo aniquilado? ¿Te sentirías así más afectado?
Ojalá, algún día despertemos como sociedad única siendo conscientes de que todos nosotros somos fruto de la mezcla, de que en la variedad está nuestra riqueza, que lo exótico es bello y de que todos, absolutamente todos, sentimos el dolor y la felicidad con la misma intensidad. Mi objetivo en la vida, es el mismo que el de cualquier palestino o rohingya: Vivir en paz junto a quienes me quieran, hacer mi vida y dejar vivir a los demás.
Ojalá algún día seamos conscientes de que la sociedad, y no los mandatarios, somos quienes tenemos el poder de empezar y terminar guerras. Pero claro, para ello, hay que levantarse del sofá. También hay que saber votar.
Bona nit.